Ingenuidad
La niñez
del alma en su pureza
Transciende
a los caprichos más terribles,
Engodos
y temblores, increíbles,
La suerte
sigue expuesta en la sorpresa,
Viviendo
todo día esa tristeza
Marcada
en fierro y fuego, imposibles
Estradas
que encontré, reyes invencibles
Muriendo,
cuerpo expuesto en fría mesa.
Las
reinas sin castillo, desencantos,
Palacios
destrozados, soledad,
La marca
más atroz que en la verdad
Impide
nuevos sueños, tolos cantos,
Singlando
en borrascoso mar, prosigo,
Mismo
sin conocer cualquier abrigo…
MARCOS
LOURES
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