A la deriva
Mi dirección se ha perdido entre las rocas,
acantilados y escarpas, crestas,
Las suertes se demuestran traicioneras
y los amores son viles asesinos,
Y cuando te des cuenta
veo la otra cara de estas aventuras
que yo pensara verdaderas;
Gradualmente mis ojos escondiste
y me siento con terror, en el miedo, en la angustia.
Nosotros podríamos ser felices
y eso bastaría, la realidad ingrata
se contrasta con todos los grandes sueños
en que viví, cuando me veo en tanto dolor.
Porque pude ser un soñador,
pero yo sólo soy un fantasma, y nada más...
marcos loures
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