LLUVIA
Imposibles
senderos cuando pudo
En llamas
envolver lo cuanto resta
Del todo
en otro instante,
Una noche
calma, inaudibles latidos
De una
espera sin sentido,
Envidias
envueltas por fraudes,
Tardes
anunciando la tempestad
Cotidiana,
Ciudades,
sus calles, avenidas y plazas,
Hombres con
sus propios fantasmas,
Espectros
en medio a las confusas
Expresiones
cerradas como el brumoso cielo.
Otro día,
otra tarde, otra muerte.
Y en eso
momento, la lluvia, redentora,
Empieza.
Limpiando
el cielo, las calles y, principalmente
El alma
de la multitud…
MARCOS
LOURES
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