Redentora
Redentora,
llegaste tras las tormentas
Floreciendo
en la primavera inolvidable.
Después
del sufrimiento, la espera es larga,
El
corazón palpitante en los sueños hermosos.
La
apertura de las emociones en el pecho
El
deseo de vivir sin más rencores
Negando los dolores, bestias temibles,
Acariciando
el sueño, más tranquillo,
Mantener
mis ojos en este horizonte,
Matices
celestes, divinales,
El
brillo de esos rayos, tus miradas,
Puedo
encontrar al fin el placer, fuente bautismal,
Haciendo
un altar inmenso al Dios del amor.
Trasladado
en tu rostro, seductor.
Marcos
Loures
Nenhum comentário:
Postar um comentário