Noches de invierno
Noches de invierno; días en medio a los sentimientos tibios
y todos los días no hay nada,
solamente el engaño mismo mal establecido por la vida,
ocultando el sol, en este horizonte que fue más lejano y nebuloso.
Las aguas y remolinos traicioneros,
las dificultades de la vida sin valor,
sólo representan el caos y el fin de los sueños
que nunca deberían haber ocurrido.
Matando en el lugar de nacimiento
la reforestación de la esperanza, seca entre los débiles pasos
de un imbécil cuya poesía había sido tragado
por la alcantarilla del día a día.
Pero el viento insiste en llamar a la ventana
como una presencia que nunca absolutamente llega,
y cuando se abre el corazón,
es simplemente abrumador,
destruyendo los remanentes en un rincón, podrido y no envilecido.
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