CALMARÍA
La estrada en
sus cuervas y declives,
Y ni siquiera
vestigios de quien tanto
Quisiera descubrir,
mera ilusión,
La despedida se repite,
contumaz.
Desabores banales,
pero como duelen…
La faca
penetrando en la piel,
El puñal en el
viejo pecho sin defesas,
Las garras
adentrando mis esperas,
Vertiendo la
sangre en incontrolable hemorragia
Obeso alma,
vacía mirada para arriba,
Procurando señales
entre las estrellas.
Soledad, la hora
de partida se reconoce
El tranvía que
me portará para el nada
Está ha mucho en
las estaciones,
Insanamente no
veo salida.
Y el fin de la
longa estrada vana, sombría,
Trasciendo una
extraña calmaría…
RITA DE CASSIA
TIRADENTES REIS
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