En mi boca, untada con el placer
Me encanta la tranquila mañana
Con el sabor más dulce que pueda.
En el sentido más puro y tranquilo siempre
En los ojos de niña, de esa mujer,
Compañera tan serena y muy querida,
Acostada en mi regazo, con los ojos muy lejos...
En la boca tan hambrienta y siempre agradable
Que muestra el camino más constante.
Me encanta cojera y durmiente
Para conservar la llama siempre ardiente,
Lo que sutilmente, poco a poco,
Descansando en mi cansancio
El sabor de esta fruta tan madura
Untada en labios de la ternura...
MARCOS LOURES
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