NUESTRA HERENCIA
Un aire sofocante, soledad,
Los árboles caídos sobre el suelo,
Las manos
asesinas de los hombres
Y la
naturaleza agonizante.
Mirando más
allá, nada se viendo,
Espero alguna fórmula
mágica,
Una expresión de
sensatez
En un insano
universo
Criado por los
humanos predadores.
Los perros,
los tigres, los leones,
Las garras de
la estúpida humanidad,
Y el tiempo se
agotando,
El precio de
la “inteligencia”, de la razón
Es el
suicidio.
¿Quién pagará?
Por cierto esa
es la más grande herencia
Para nuestros
hijos…
Un formidable
e interminable desierto
Cultivado con
las manos de la ganancia…
PAULO
MANNARINO
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