MIS
MUERTOS
Mis muertos
transfundidos en mi alma,
Enseñan
con sus fuerzas y sus miedos,
La
más compleja forma que ahora trago,
Un mixto
de temor y de esperanza
Que se
desnuda y brota en todo instante,
La furia
y la pacífica palabra
Moldada
como teyas, hilos frágiles.
Los muertos
que cultivo en omisión,
Negando
la misión que imaginara
Pesando
fuesen cruces,
Clavando
sus dolores en mis manos.
Hermanos
y lejanos caminantes
De una
misma estrada escarpada,
Legados
de otros tantos desencantos
Grabados
en las curvas más atroces.
Mis maestros,
en sus sacrificios
Me muestran
confluyentes caminares
Rutas
en desniveles terribles,
Pero,
con sus martirios más sangrantes.
Retratan
con exacta perfección
Lo cuanto
me negué, cobardemente,
Huyendo
de las batallas más sencillas,
Osando
proseguir allá del cuanto
Podría
en mi pequeñez.
Aunque
alguna escusa se presienta,
Ninguna
es capaz de redimirme.
Traigo
esos cadáveres insepultos
Lateando
como fuesen los espectros,
Que,
omiso, desde siempre he producido.
MARCOS
LOURES
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