Sin mirar para tras…
Trasciendo la voluntad
inexorable,
En uno impasible paso
rumbo al cuando he deseado,
Una mujer que ha sido maltratada por
la vida,
Por las rudas manos de su compañero,
Por la batalla cotidiana, entre los
estupros nocturnos
Y los puñetazos del borracho cuando
vuelve
En la alborada.
Un sol nebuloso con sus garras
asquerosas.
Embarazo tras embarazo, hasta la
sequia de lo miel
De las ilusiones
Sepultado entre las cuatro paredes,
Calada para que los vecinos no escuchen
Mis gemidos.
Ni tampoco los azotes estallando en mi
costado.
Una mujer latinoamericana,
Una campesina,
Una gitana en sus ilusiones de caballo
blanco
Volando por el espacio sideral…
Con sus bodas sangrentas,
Sus noches de terror y de un vacío
interminable.
Trasciendo la voluntad que solamente
los prisioneros
Conocen, la fuerza que las corrientes
de una amargura
Consistente y embrutecedora durante
años y años
Ha desenrollado.
Un puñal, la luna, la noche…
Y mis pasos siguiendo adelante, con
las manos rubias
Y las marcas de la sangre en el
asfalto frío
De una noche invernal…
CONFRARIA LOURES
Um comentário:
Oiga, que fuerte...
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