Hipnotizado
La imagen de una piedra que me impida
El caminar tranquillo, sin problemas,
Vagando en la mansedumbre imaginaria
Sin más temer los resaltos del camino,
La imagen de quien tanto se ha mostrado
Un soñador, refleja otro momento,
Que, mismo estando allá es perceptible
En la sensible piel de quien amase.
Las lágrimas cual fuesen testigos
De dolores en compleja conjunción
Dispersando entre sentimientos las pasiones
Más locas y por eso, las más nobles,
Columnas y escaleras que permitan
Al viejo caminante un horizonte
Hermoso, aunque peligroso, movedizo,
Fulgores me hipnotizan, pero sigo
Sin vacilar siquiera algún instante,
Y boceo entre los brazos de esa imagen,
Que tanto caricia cuanto mata.
Arrebatado sin escalofríos,
Escalo las entrañas de mi alma,
Sin nadie detener mis pensamientos,
Marcados por la inmensa juventud
De un cuerpo, que invernal se hace en niñez…
MARCOS LOURES
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