Un viajante de comercio
John Polino, como un niño, fue uno de los mayores conquistadores de Santa Marta, un verdadero caballero, dueño de la más azul Caparaó ojos.
Su amigo, José Reis, su querido hermano de Rita, había un gabinete de seco y húmedo y frío en esa tierra querida.
Juan, dueño de sus diecisiete años, decidió trabajar con José, un ojo en Rita, niña todavía, pero posee una dulzura y serenidad muy pegajoso.
Pronto, así que se pusieron a trabajar, John recibió una invitación irresistible, uno de los mayores distribuidores de alimentos en la región, con sede en Itapemirim, decidió llamar a la audición como un viajante de comercio.
Juan no se inmutó, la posibilidad de una mayor ganancia y una vida de aventura que hizo antes eran demasiado tentadores para nuestro héroe.
Lo divertido de esta profesión era el mismo, la variedad de lugares y personas que conviven. Todas estas cosas cautivado John, quien comenzó una historia de aventuras sin igual ...
En un viaje, John iría Guaçu, que no habría problemas, ya que la ciudad tenía hasta una infraestructura razonable.
El Hotel Royal en el centro de la ciudad tenía varias camas disponibles para los viajeros y turistas siempre casual.
Resulta que, en aquellos días, habría una exposición de ganado en la ciudad y el hotel estaba totalmente lleno.
No hay mucho que John, que se utiliza a la intemperie de la carretera.
Resulta que, cuando se disponía a salir de gira, viajando desde allí a Santiago y San Lorenzo cuando se dan cuenta, paseo fácil o la unidad a su querida Santa Marta, el tiempo para ver a su Rita, la lluvia caía.
La lluvia no mentira, la tormenta, y con rabia.
Estaba lloviendo, como dicen algunos, los lanzadores, e incluso un cuchillo comenzó a caer sobre las espaldas de los incautos.
Buscando aquí, buscando allí, aquí viene la última esperanza: una pensión hay pros lado de la ciudad de Alta, utilizado por las parejas que buscan un lugar sin testigos de la noche de amor que se avecinaba.
Incluso allí, no había camas. Pero, lo siento por John Polino, Toniquinho, el gerente de la pensión tiene una sugerencia:
Había un señor de avanzada edad, sin familia y sin amigos, vivía en la casa de toda la vida cuarto propietario de embarque, pagar generosamente a sus pensiones de los ex militares.
La noche avanzaba y la sombra de la lluvia de domar ...
John aceptó la invitación a compartir la cama con el hombre, inofensivo y el asma.
Tarde en la noche, hasta altas horas de la noche, he aquí que, de repente, darle un nuevo comienzo a llorar y pedir ayuda a Juan:
-Hijo mío, a una mujer, por amor de Dios, voy a dar todo lo que tengo, pero me una mujer muy pronto ...
Por la despiadada John, respondió, no señor manera, no todo el dinero de este mundo!
¿Por qué, hijo mío, dime por qué?
-En primer lugar, las dos de la mañana y yo no voy a salir a una mujer en busca del amanecer, tiene la santa paciencia!
-En segundo lugar, está lloviendo mucho y ni siquiera me trajo paraguas y yo no se enferman, y mucho menos coger una pulmonía y en tercer lugar, mi señor, lo que está sosteniendo que no es tuyo no lo hace, es mi !
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